¿Qué es el Espíritu Trinitario? , te preguntarás. Que fácil es la respuesta, es el AMOR a una Madre. Pero no te preocupes que te voy a contar la historia, que es bonita…
Hace aproximadamente 2 décadas, en la planta baja de una casa en la calle Montero de nuestra Córdoba, nació, de manos de un joven imaginero del barrio de San Lorenzo, la Madre de Dios, a la que bautizaron María de la Trinidad. Todo el mundo que la vio quedó ensimismado por su belleza. Tanto lo era, que, su progenitor, decidió que tanta dulzura tenía que salir a la calle para que la gente a su paso sintiera ese amor que Ella desprendía.
Corría el año 1995 cuando la Señora de la Trinidad, se dispuso a acompañar a su Hijo en su paseo por las calles de Córdoba en el Martes Santo. Para ello, envío un mensaje al corazón de treinta chavales que no pudieron resistir la oportunidad que les brindaba de pasearla. Fue un flechazo. Desde ese momento, esos treinta corazones se embriagaron del sentimiento trinitario.
Año tras año, la Señora del Martes Santo iba llamando a más corazones, que fueron sumándose a la gran familia que Ella quería formar, ¡que bonito!. Esos “taquitos de jamón” fueron creciendo como costaleros de la Madre de Dios, sufriendo por Ella, convirtiéndose en verdaderos artistas del costal. Todos hermanos, compartiendo el orgullo de llevar en sus hombros a La Trinidad, y respirando el Espíritu Trinitario.
Dieciocho años han pasado ya desde aquella primera salida procesional, y dos generaciones de costaleros van debajo del faldón de Nuestra Madre, manteniendo vivo ese espíritu de compañerismo, amistad, y buen hacer. El Espíritu Trinitario ya es mayor de edad, ha llegado a la madurez. Los chavales son ya hombres de pro, y como buenos hijos, inculcan a sus nuevos hermanos lo que Ella les ha enseñado en estos largos años: el querer al compañero, el sufrir por la Madre, y rezar con la faja y el costal.
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